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La Matanza de los preso políticos de la Cárcel Modelo de Madrid

El 22 y 23 de agosto de 1936, apenas un mes después del estallido de la Guerra Civil Española, Madrid fue escenario de uno de los episodios más sangrientos del conflicto: la matanza de la Cárcel Modelo. En aquella prisión se encontraban recluidos políticos, militares y personajes públicos considerados “peligrosos” para la República, muchos de ellos de ideología derechista, conservadora o simplemente contraria al Frente Popular.

El clima previo: miedo y descontrol

Tras la sublevación militar del 18 de julio, la capital permanecía fiel a la República, pero dominada por un ambiente de tensión extrema. Las milicias populares, en gran medida descontroladas, actuaban con violencia y venganzas sumarias contra todo sospechoso de simpatizar con los nacionales. La Cárcel Modelo, situada en el barrio de Moncloa, albergaba entonces a figuras de gran notoriedad política.

Entre los presos estaban Melquiades Álvarez, expresidente del Congreso de los Diputados y líder del Partido Republicano Liberal Demócrata; Julio Ruiz de Alda, aviador y cofundador de la Falange junto a José Antonio Primo de Rivera; o Ramiro de Maeztu, prestigioso intelectual y embajador. También se encontraban militares de alta graduación, aristócratas y diputados de la derecha.

El estallido de la violencia

El 22 de agosto por la tarde, una multitud de milicianos se concentró frente a la cárcel exigiendo justicia inmediata contra los “enemigos del pueblo”. La situación se volvió insostenible cuando estallaron rumores sobre conspiraciones internas y la inminente liberación de los reclusos si las tropas nacionales lograban avanzar hacia Madrid.

La presión popular derivó en un asalto: grupos armados penetraron en el interior del presidio y comenzaron a ejecutar sumariamente a varios de los prisioneros. La violencia se extendió durante la madrugada y la mañana siguiente, ante la pasividad de las autoridades republicanas, incapaces o poco dispuestas a frenar la masacre.

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Las víctimas

Entre los asesinados se contaron personalidades destacadas de la vida política, militar e intelectual española:

  • Melquiades Álvarez, abogado y político asturiano, presidente del Congreso en la Restauración y defensor de José Antonio en uno de sus procesos.
  • Julio Ruiz de Alda, héroe del vuelo del Plus Ultra y dirigente de Falange.
  • Ramiro de Maeztu, escritor, pensador de la llamada “Generación de 98 tardía” y embajador en Londres.
  • Varios generales, oficiales del Ejército y figuras públicas de relevancia.

El número exacto de víctimas varía según las fuentes, pero se estima que fueron más de 30 asesinados en aquellas horas de caos y venganza.

Reacciones y consecuencias

Las embajadas extranjeras, especialmente la británica, elevaron protestas formales y llegaron a advertir de que retirarían a su personal diplomático de Madrid si no se controlaban los desmanes.

La matanza de la Cárcel Modelo se convirtió en un símbolo del desorden y la violencia incontrolada que marcaron los primeros meses de la Guerra Civil. Supuso una pérdida irreparable de figuras políticas y culturales de gran talla y minó la legitimidad internacional de la República.

Un episodio de difícil memoria

Hoy, casi 90 años después, aquel suceso sigue siendo recordado como uno de los crímenes más atroces de los inicios del conflicto. La Cárcel Modelo, ya desaparecida, quedó para la historia como escenario de una masacre que reflejó el desbordamiento de odios acumulados y la incapacidad de las instituciones republicanas para imponer orden en medio del caos revolucionario.

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