talavera de la reina

La Conquista de Talavera de la Reina

El 28 de agosto de 1936, poco más de un mes después del inicio de la Guerra Civil Española, las tropas del bando sublevado iniciaron la conquista la ciudad de Talavera de la Reina (Toledo). El día 3 de septiembre lograron su objetivo tras intensos y sangrientos combates. La toma de esta ciudad tuvo una gran importancia estratégica y simbólica, pues abría a los nacionales el camino hacia Madrid, objetivo prioritario en los primeros meses de la contienda.

Tras el fracaso del golpe militar en buena parte de España, el territorio quedó dividido entre zonas bajo control republicano y sublevado. En el centro peninsular, los nacionales intentaban asegurar un corredor desde Andalucía y Extremadura hasta la capital.

Una vez conquistadp Badajoz el 14 de agosto de 1936, las fuerzas africanas iniciaron una rápida marcha hacia el este. La siguiente meta era el valle del Tajo, donde Talavera de la Reina se erigía como un enclave vital por su condición de nudo de comunicaciones en la ruta hacia Madrid.

evacuados de talavera

Evacuación de partidarios del Gobierno en Talavera

Unidades participantes en la batalla

La ofensiva sobre Talavera no fue obra de una sola columna, sino de varias fuerzas del Ejército de África que avanzaban de forma coordinada:

  • Columna de Juan Yagüe, al mando general de la operación.
  • Columna de Antonio Castejón Espinosa, compuesta por banderas de la Legión y tabores de Regulares, que había combatido en Badajoz y continuó la marcha hacia Toledo.
  • Columna del coronel Carlos Asensio Cabanillas, integrada también por legionarios, regulares, artillería y caballería.
  • Apoyo de zapadores y artillería que preparaban el terreno y abrían paso.

Junto a estas fuerzas profesionales, intervinieron también unidades políticas y voluntarias:

  • Falange Española, con escuadras de voluntarios locales y de provincias cercanas, que apoyaron en el combate urbano y, sobre todo, en las labores de ocupación.
  • Requetés carlistas, en su mayoría navarros, que participaron en los combates y después en el control de la ciudad.
falangistas en talavera de la reina

En conjunto, estas fuerzas reunían a lo más experimentado del ejército sublevado: tropas endurecidas en Marruecos, disciplinadas y bien dirigidas.

Por el lado republicano, la defensa de Talavera quedó en manos de:

  • Milicias sindicales y políticas (CNT, UGT, PCE, PSOE), improvisadas y mal armadas.
  • Guardias de Asalto, Carabineros y Guardias Civiles leales a la República, que aportaban un grado mayor de instrucción militar.
  • Voluntarios llegados desde Madrid y poblaciones cercanas.

La diferencia en preparación y disciplina entre ambos bandos resultó decisiva.

El desarrollo de los combates

El 28 de agosto de 1936 comenzaron los enfrentamientos en las inmediaciones de Talavera. Durante varios días, las fuerzas republicanas resistieron la ofensiva, fortificándose en distintos puntos de la ciudad.

Las columnas de Yagüe, Castejón y Asensio avanzaron con un método implacable: artillería para abrir brecha, infantería legionaria y regular para asaltar posiciones, y caballería para hostigar la retirada. La lucha fue dura, con combates casa por casa y fuerte presión sobre las defensas republicanas.

Finalmente, el 3 de septiembre de 1936, tras varios días de resistencia, los republicanos se retiraron y las tropas sublevadas entraron de manera definitiva en Talavera, asegurando su control.

Bajas y represión posterior

La batalla fue sangrienta y dejó un elevado número de víctimas:

  • Bando republicano: entre 1.000 y 1.500 bajas entre muertos y heridos, además de 600-700 prisioneros capturados. Muchos de ellos fueron ejecutados en la inmediata represión de Talavera, que sembró el terror en la población local.
  • Bando sublevado: las pérdidas fueron menores, estimadas en unos 200 a 300 muertos y heridos, principalmente entre legionarios y regulares.

Consecuencias de la toma de Talavera

La conquista de Talavera supuso un triunfo militar y propagandístico para los nacionales. La ciudad aseguraba el control del valle del Tajo y de una de las principales rutas hacia Madrid, lo que permitía preparar la siguiente fase de la campaña: la ofensiva sobre la capital.

Para la República, la derrota fue un serio revés: demostró la debilidad de las milicias improvisadas frente a tropas profesionales y la dificultad de frenar el avance del Ejército de África.

Significado histórico

La caída de Talavera consolidó el dominio nacional en el centro peninsular y sirvió como preludio de la batalla por Madrid. Su desarrollo muestra bien la crudeza de la Guerra Civil: combates urbanos, altísimas bajas y una represión despiadada.

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